Wednesday, September 17, 2008

Insomnio



Ayer fue un día de trabajo duro. Teníamos que mandar la versión final de un memorial de 250 páginas al cliente. Cada vez que hay que mandar un memorial al cliente la noche es larga y por lo general, no salgo de la oficina antes de las cinco de la mañana.

A las ocho de la noche empecé a prepararme psicológicamente para la larga noche que me esperaba y después de llenarme de alitas de pollo grasosas, encontré sobre mi escritorio un tarro de pastillas de cafeína que uno de mis colegas me había regalado hace algunas semanas. Revisé cuidadosamente la etiqueta en la que pude leer: “tan seguras como el café”, “fuerza máxima”, “ayuda reactividad y atención”. De entrada el hecho de que se atrevan a decir que las pastillitas de café son tan seguras como el café me generó una cierta desconfianza pero aún así decidí tomarme una, total, 200 miligramos de cafeína no iban a matarme.

Dos horas después me estaba quedando dormido sobre mi escritorio y decidí tomarme otra pastillita inofensiva. Desafortunadamente y contrariamente a lo que siempre sucede, a eso de la media noche mi jefe entró a mi oficina a decirme que todo estaba bajo control y que podía irme a dormir. No lo pensé dos veces y en menos de cinco minutos ya estaba en mi moto camino casa y muriéndome de sueño. No exagero si digo que casi me quedo dormido en el ascensor y que me costó un trabajo enorme llegar hasta mi cama.

Puse la cabeza en la almohada y Oh sorpresa! las pastillas de mierda hicieron su efecto. Di vueltas en vano durante veinte minutos, cerré los ojos, los volví a abrir, di más vueltas y hasta me puse un antifaz para dormir de esos que dan en los aviones y que lo hacen ver a uno como una diva decadente. Veinte minutos después seguía dando vueltas y moviendo los pies compulsivamente como si bailara un Jarabe Tapatío.

Al cabo de cinco minutos empezó la taquicardia y fue entonces cuando decidí que era el momento de aplicar las técnicas para atraer el sueño de la adolescencia. Empecé entonces a pensar cochinadas. Lo siento por mi sacrosanta madrecita que seguramente estará leyendo estas líneas, pero a veces es fácil encontrar el sueño después de haber pensado unas cuantas cochinadas y de haber recreado en la mente escenas tórridas en lugares paradisíacos. Después de varios intentos de montar la fantasía perfecta que pudiera llevarme a brazos de Morfeo, pude constatar que las pastillas habían acabado con lo poco de líbido que puede quedar después de haber trabajado 14 horas seguidas.

En ese momento decidí poner en obra el plan “B”: a veces, cuando no me puedo dormir me pongo a pensar en mi entierro. Como es obvio, después de unos minutos me pongo tristísimo y termino durmiéndome sin siquiera darme cuenta. Tampoco funcionó. Cuando empecé a pensar en el velorio lo único que me vino a la mente fue: “eso me pasa por pendejo y haberme tomado esas pastillas de café”.

Conclusión: dormí poco y mal, detestando al que me dio las pastillas y pensando que la próxima vez por lo menos me tomaré el trabajo de leer los efectos secundarios que, en efecto, pueden resumirse en insomnio, taquicardia, nerviosismo e irritabilidad.

3 comments:

Unknown said...

Alguna vez me pasó algo parecido... antes de ir a dormir tenía mucha sed, y antojos de un té helado (nestea) pero como no encontré té helado tuve la maravillosa idea de hacerlo con bolsitas de té... me preparé medio litro de bebida y usé 5 bolsitas para garantizar que tuviera un sabor consistente... me supo a mil demonios, y creo que esa noche entre la taquicardia, los nervios, la sudoración, etc, tuve lo que podría describir como una experiencia cercana a la muerte. Ahora, antes de dormir, lo más fuerte que tomo es vino... y duermo como un bebé (un bebé borracho). Felicitaciones por el Blog Juangui... me encanta.

Anonymous said...

Oh Margot... Me podrías dar el nombre de las pastillitas???? Necesito algo así para ver si con 72 horas de trabajo contínuo logro ponerme al día con todo lo que tengo...

Ya luego intentaré dormir, con la vieja receta de mi mamá: leche caliente *cargadita* de brandy.

hahahahahaha... Miss you montones my dear...

La vida es realmente aburrida con todos mis amigos desperdigados por el mundo...

A.

Penelope said...

Hola, amorcito! Me encanta tu blog! Escribes super pero super bien. Gracias por darme el link. Ahora tengo otra cosa para distrairme al trabajo!

Besos enormes,

Penelope